Una sonrisa no se vende.
No se trafica con ellas.
Son sinceras y poderosas.
Rompen muros y curan heridas.
Son el bálsamo de los vencidos y el consuelo de los desesperados.
Una sonrisa en la luz de la mañana y las estrellas de la
noche.
En un todo y nada.
La sonrisa tiene poder.
Hace reír y hace llorar.
Enamora, seduce y cautiva.
Una sola sonrisa salva de la muerte y te condena a ella.
No se puede jugar con las sonrisas; al igual que no se
pueden contener.
Salen solas.
Son libres y las gusta su libertad.
Una sonrisa calma la pena del alma, pero solo cuando es sincera.
Las falsas sonrisas son los dardos venenos del corazón.
Una falsa sonrisa daña y corrompe.
Hace olvidar la verdad y la distorsiona; por eso hay que
cultivar sonrisas.
Sonrisas puras y bellas. Llenas de buenas intenciones.
Ya que una sonrisa de corazón devuelve la vida al alma muerta.
Regalar sonrisas y llenar un mundo de flores.