miércoles, 15 de octubre de 2014

Y así es. ha sido y será.

Lloraré al Silencio ya que es el único que me escucha
Reiré con la Soledad que es mi fiel compañera
Dormiré con el Olvido que me protege de los dulces sueños
Creceré sin dejar ningún legado a mi paso
para que al partir hacía un destino incierto
incierto sea también el camino recorrido.
Solo la Duda será mi maleta de contenido eterno
La Razón hablará pidiendo ser escuchada pero, 
por desgracia para ella, la Resignación no la deja hablar.
Solos la Paciencia y el Dolor caminarán por la existencia.
Una existencia tan vacía como la Esperanza que la habita.
Tan muerta como el Amor que se suicido aquel día.
Nada y nadie. Nadie y nada. Dos caras de la misma monda.
Moneda sin valor alguno que viaja de mano en mano
buscado en silencio aquello que olvido haber perdido.
Moneda de Amor o Cariño pero sin valor
que sin tener nada mejor que hacer gasta su existencia en silencios bajo la mesa.

viernes, 6 de junio de 2014

Escucha el silencio

¿Dónde están los aplausos silenciosos?
¿Dónde quedan los vítores del silencio?
¿Se han perdido? ¿O cayeron en el olvido?
¿Será que ya no fascina? ¿Qué ya no enamora?
Pobre Luna olvidada en el cielo, pobre Ángel que busca su consuelo.
La mira todas las noches y recorriendo la con sus dedos
Miradas de amor y duelo, miradas que se pierden en el cielo
Pobre Ángel solitario, pobre Ángel desenamorado
Herido por quien quiso y olvidado por quien amó
Ángel caído, Ángel de nada, Ángel perdido
Su mente ya no habla, la Luna ya no responde
Sus alas ya no vuelan, no tienen fuerzas
¿Dónde está el hechizo que causaba?
¿En qué momento dejo de ser Ángel para ser nada?
¿De verdad valió la pena?
Pregunta el Ángel a la noche eterna
El silencio le responde, el silencio le habla

Ecos de un corazón que ya no ama

sábado, 29 de marzo de 2014

Los dioses también van al baño

Se fue al baño. La puerta estaba abierta, entro y la cerró pero sin pestillo, mientras se acerba al retrete introdujo su mano izquierda en el calzoncillo para sacar su pene. Levantó la tapa y empezó a orinar; mientras con la derecha invocaba una pequeña esfera de luz que paso a tener un aspecto como más granulado mientras giraba hasta convertirse en una espera de tierra que empezó a latir imperceptiblemente al principio y con más intensidad al final. Con un sonido seco la esfera se rompió saliendo de su interior un pequeño dragón de roca; se sacudió el pene y se lo guardo mientras tiraba de la cadena.

El dragón daba vueltas en el baño mientras se lavaba las manos, se miró al espejo y momentáneamente se mostró con todo su esplendor; dejó de ser un chico normal para mostrar su cuerpo ligeramente azulado cubierto por una fina túnica negra hasta las rodillas con el pelo blanco recogido en una trenza hasta la mitad de la espalda entre los tres pares de alas que salían de su espalda. Pero solo durante un instante. Hizo un gesto con la mano y el dragón desapareció.

Abrió la puerta del baño y volvió con el resto de sus amigos mientras pensaba:

“Los dioses también van al baño”


lunes, 6 de enero de 2014

Viejas amistades.

Era una noche sin Luna, el Ángel de Nada contemplaba las estrellas mientras sus pensamiento se expandían a su alrededor. La Oscuridad se acercó a él, era una amiga fiel y siempre volvía cuando ya no le quedaba Nada. La Locura se acercaba desde la base de la colina.
Juntos, la Nada, la Locura y la Oscuridad, se quedaron mirando las estrellas. La Oscuridad levantó un brazo haciendo un amago de abrazar al Ángel pero con un ligero movimiento de sus alas lo rechazó, en estos momentos solo la Soledad podría tocarle.
La noche fue transcurriendo sin que ninguno de los tres dijera Nada; poco a poco empezó a amanecer, la Oscuridad entró en la sombra del Ángel pero la Locura seguía donde siempre. Ya había amanecido cuando el Ángel dijo:
-¿Y tú?-
La Locura como respuesta sonrió, era una sonrisa hermosa, o lo sería para alguien que estuviera demente, y se desvaneció como si nunca hubiera existido aunque el Ángel sabía que en realidad había vuelto a casa. Se puso la mano en el pecho y la sintió latiendo en su interior llena de energía y gritando incoherencias con su voz de niña.
Había amanecido y era hora de marchar. El Ángel se levantó y dio la espalda al Sol, entendió sus alas, levantó la cabeza y entonces la vio. La Soledad se alzaba frente a él, pálida, con su largo vestido blanco manchado de sangre. Echo a andar en dirección del Ángel, tenía las manos a la espalda y su avance firme aunque su paso tambaleara; el Ángel extendió los brazos para recibir a su vieja amiga.
Cuando estaban uno en frente del otro el Ángel adelanto un paso y la abrazó acercándosela al pecho; la Soledad sintió en su interior la Locura y como la Oscuridad le rodeaba, ya solo faltaba ella. De su espalda sacó una pequeña daga con la que apuñaló al Ángel en su corazón, se recostó sobre él y le susurro lentamente y con la voz cargada de dolor:
-Nos volvemos a ver una vez más, Ángel de Nada. ¿Por cuánto tiempo será está vez o ya has aprendido la lección?-
Terminó de decir esto y la Soledad se hizo sangre y cayó sobre el Ángel, a través de la herida que le causo entró en él formando a pasar parte de su ser. El Ángel se sacó la daga y la guardó, en ese instante su herida empezó a cerrarse, extendió aún más las alas, echo la cabeza para atrás y susurró:
-Ya volvemos a estar todos juntos-

Alzó el vuelo y se alejó por el horizonte aún ensombrecido.