sábado, 29 de marzo de 2014

Los dioses también van al baño

Se fue al baño. La puerta estaba abierta, entro y la cerró pero sin pestillo, mientras se acerba al retrete introdujo su mano izquierda en el calzoncillo para sacar su pene. Levantó la tapa y empezó a orinar; mientras con la derecha invocaba una pequeña esfera de luz que paso a tener un aspecto como más granulado mientras giraba hasta convertirse en una espera de tierra que empezó a latir imperceptiblemente al principio y con más intensidad al final. Con un sonido seco la esfera se rompió saliendo de su interior un pequeño dragón de roca; se sacudió el pene y se lo guardo mientras tiraba de la cadena.

El dragón daba vueltas en el baño mientras se lavaba las manos, se miró al espejo y momentáneamente se mostró con todo su esplendor; dejó de ser un chico normal para mostrar su cuerpo ligeramente azulado cubierto por una fina túnica negra hasta las rodillas con el pelo blanco recogido en una trenza hasta la mitad de la espalda entre los tres pares de alas que salían de su espalda. Pero solo durante un instante. Hizo un gesto con la mano y el dragón desapareció.

Abrió la puerta del baño y volvió con el resto de sus amigos mientras pensaba:

“Los dioses también van al baño”


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