Una noche de verano pregunte a la
Tierra porque todo el mundo dice que el Amor es ciego y que la Locura lo
acompaña. La Tierra con el cariño de una madre me contesto que todo se debe a
una pequeña historia que tuvo lugar en los albores de los tiempos. Es muy posible
que conozcas esta historia, una historia de cuando los sentimientos iban libres
por el mundo. La historia decía así:
“Hace mucho mucho mucho tiempo. Cuando
era joven y solo me habitaban las plantas y los animales, las emociones vivían
felices y libres por el mundo.
Un día, en una plácida tarde de
primavera, el Entusiasmo propuso a todos los demás jugar al escondite. Rápidamente
todos aceptaron la propuesta pues estaban muy aburridos, el problema era quien
se quedaría contando; antes de que nadie pudiera decir nada la Locura se había
ofrecido de voluntaria y estaba empezando a contar con voz firme.
Rápidamente las emociones
empezaron a buscar los mejores escondites.
La Pereza se canso pronto de
correr y se tendió en el suelo a menos de cinco metros del lugar donde la
Locura contaba. El Entusiasmo, emocionado empezó a correr por todo el planeta
en busca de u lugar donde se pudiera esconder pero que a la vez le
entretuviera. La Fe subió a los cielos, a la morada de los dioses para
esconderse con ellos. La Vanidad se refugió en una cueva cercana a un lago para
poder ver su reflejo siempre que quisiera. El Odio se escondió en lo más
profundo de un volcán dormido. La Verdad se disfrazo de rayo de Luna para pasar
desapercibida. La Mentira, sin embargo, se escondió en las profundidades submarinas
(mentira se escondió en el pico más alto de la montaña más alta).
Poco a poco todos los
sentimientos se iban escondiendo en el lugar que ellos consideraban perfecto;
solo el Amor quedaba por esconderse, y no sabía dónde, y para colmo se le
estaba terminando el tiempo.
La Locura termino de contar y el
Amor desesperado se escondió en un rosal de grande rosas blancas.
La Locura empezó a buscar a los
sentimientos. El primero que encontró fue a la Pereza que estaba dormida sobre
el césped; y un poco más lejos estaba el Entusiasmo intentando recoger todas
las motas de polvo que levantaba al correr.
Vio a la Gula comiendo a la
orilla de un lago; instantes después la Vanidad se precipitaba al lago por
asomarse demasiado para ver su reflejo; allí también encontró, en lo más hondo
de lago, al Aburrimiento que cansado de la superficie se había sumergido.
Descubrió a la Fe debido a la
fuerte discusión que mantenía con los dioses; y a la Odio por las violentas llamaradas
que lanzaba el volcán que antes dormía.
A la Pasión la encontró escondida
en una madriguera donde antes había solo una pareja de conejos, y la Belleza la
encontró embelesada ante el vuelo de un par de mariposas.
Descubrió a la Verdad cuando vio
un rayo de Luna a plena luz del día; mientras que la Duda estaba pensado donde
era mejor esconderse, si bajo una flor o dentro de una nuez.
Incluso término encontrando a la
Mentira que estaba escondida en el pico más alto de la montaña más alta (mentira
estaba escondida en las profundidades submarinas).
Había encontrado a todos y cada
uno de los sentimientos menos al Amor. La Locura no se dio por vencida y decidió
recoger cada milímetro del planeta hasta dar con el escondite del Amor.
Cuando ya estaba anocheciendo la
Locura llego al rosal donde estaba escondido el Amor. Empezó a mover las ramas
de rosal cuando se escucho un grito de dolor; instantes después las rosas
blancas de rosal se tiñeron de un fuerte rojo sangre.
El Amor salió del rosal con los
ojos tapados con las manos, pues, la Locura, al mover las ramas del rosal le
había clavado las espinas en los ojos y ahora estaba ciego.
La Locura no sabía cómo compensar
lo que le había hecho al Amor. Al final decidió ser el lazarillo del Amor hasta
el final de los tiempos. Las palabras exactas de la Locura fueron:
“Desde ahora y hasta el final de
los tiempos me comprometo a guiarte por el mundo; y para no olvidar mi
juramente siempre llevaré una rosa del rosal de tu sangre.”
Desde entonces se dice que el
Amor es ciego y que la Locura siempre le acompaña. También porque las rosas
rojas significan amor, porque la Locura siempre ha amado, ama y amará al Amor. Hasta
el final de los tiempos.”
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