Sentarse
de rodillas y esperar suele ser lo mejor, pero cuando algo se está cerrando quizás
cuando llegue ya no pueda; ser quizás la herida ya esté cerrada y la medicina
que tan bien te haría no la sepas apreciar, aunque en lo más profundo de ti
sepas que sigues necesitando la más que nada en este mundo.
Es
cierto que cada cosa debe seguir su ritmo pero cuando se cierre la armadura por
muy firme que sea aquello que esconde y sepa que esta ahí y que perdurara para
siempre, es posible que nunca pueda ser usado ya que cuando se cure ya no habrá
vuelta atrás y quizás sea demasiado tarde para todo.
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