viernes, 13 de enero de 2012

La piel no hace al puma.



Hace mucho mucho tiempo en un bosque muy lejano nació un pequeño puma que en vez de tener ese color crema que los caracteriza nació de color gris; sus padres escandalizados por el color de su hijo lo escondían porque era diferente a los demás y se avergonzaban de él.
El pequeño puma no sabía porque los demás lo trataban de esa manera; podía correr igual de rápido, saltar igual de alto, rugir con la misma fuerza pero sus padres le decían que eso daba igual si no era del mismo color.
Un día el pequeño puma se escapó para ver si era verdad que los demás le tratarían mal y cuál fue su sorpresa al descubrir que los demás lo trataban distinto, las madres tapaban los ojos a sus hijos para que no le vieran, la gente se apartaba de su lado y pronto le empezaron a insultar por tener el pelaje gris; asustado y dolido por cómo le habían tratado el puma se fue corriendo muy muy lejos, lo más lejos que pudo de esa gente que no sabía mirar más allá del color de su piel. Se internó en el bosque ya allí se encontró con un búho sabio quien le pregunto qué hacia un puma tan joven como solo en el bosque, el puma le contó lo que le había pasado y cuando terminó el búho soltó un fuerte grito de indignación y le dijo que no se preocupara que él iría a hablar con todos los que le habían tratado así, dicho esto el búho abrió sus alas y se alejó volando.
Al día siguiente el puma vio al búho regresar quien le dijo que todos necesitaban su ayuda porque unos cazadores furtivos les habían capturado y sólo el podría salvarlos, el puma replicó diciendo que ellos nunca habían hecho nada por él y no tenia porque ir a ayudarles, el búho pacientemente le explicó que simplemente tiene miedo de él por su aspecto si les demuestras como eres por dentro el exterior da igual.
Al final el pequeño puma decidió ir a ayudarles. Cuando estaba ya cerca del campamento de los exploradores fue descubriendo por uno de ellos quien al verle de color gris pensó que era un fantasma que se iba a vengar de los pumas que habían atrapado, el puma aprovechó la situación para hacer gala de su rapidez y agilidad para asustar más a los cazadores quienes cada vez estaban más convencidos de que era un fantasma.
Finalmente los cazadores huyeron del puma gris gritando que había un fantasma y dejando libres a los demás pumas. Los pumas estaban muy agradecidos con el puma gris por salvarles y todos le elogiaban con lo rápido que era y lo bien que rugía.
Al final los pumas descubrieron que da igual el color del pelaje que lo que importa es como sea que por ser gris no significa que sea malo ni patoso; ahora el puma gris era feliz porque sus padres ya no le escondían y tenía un montón de amigos.

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