Hilos finos de blanco azulado,
luminosos y opacos van descendiendo
entre las sombras en busca de su marioneta. Buscan su lugar en la pequeña
figura de madera para que en las manos del Marionetista pueda volver a la vida.
Cuando por fin llegan a su objetivo se colocan con gran precisión en cada
extremidad y articulación. Ahora está terminada la marioneta y pasa a formar
parte de la colección.
Es una gran colección; hay una
marioneta de todo. Hay de reyes de todos y cada uno de los países del mundo y
de todas las épocas; hay de príncipes y princesas; malvados dragones y
horribles trolls, hadas y ninfas de los bosques, hay árboles y toda clase de
animales, incluso tiene multitud de piedras la colección, hay de todo… incluso
una marioneta de la Muerte. Es una colección magnífica y única. Todas y cada
una de las marionetas son de madera de gran calidad y la pintura es
excepcional, les da un gran realismo. Son tan realistas que parece que estuvieran
vivas y durmiesen pudiendo despertar en cualquier momento. Todas estas guardas
en el carromato del Marionetista que con su dulce balanceo parece intente hacer
que sigan durmiendo.
En una noche sin luna ni
estrellas, una noche de lluvia el carromato del Marionetista llega a una aldea.
Rápidamente monta el escenario y la carpa.
Es una carpa enorme, de tela
resistente e impermeable; en el centro tiene un pequeño tragaluz para que entre
un poco de luz. La carpa tiene un dibujo de rayas sinuosas en negro y rojo. Dentro
está el escenario. Es enorme, entero de madera de olmo; tiene unos grandes
telones de terciopelo verde y justo encima del escenario y a la mitad del mismo
hay dos grandes mascaras de oro y plata. Una representa la comedia con una gran
alegría en oro; y otra representa la tragedia
con una gran pena en plata.
Ya está todo montado y la función
va a comenzar.
El Marionetista anuncia con voz
profunda que la obra va a comenzar y que el título de la misma es: “El amor
correspondido por error”. Es un título que promete así que todo el pública se
sienta y aguarda en silencia a que empiece la obra.
En la obra salen: un joven y
apuesto campesino, su perro, la amada del campesino y la Muerte. Es una tragicomedia
en la que se relata como el joven campesino intenta conquistar el amor de su
amada con la ayuda de su perro. Llega un momento en que la amada muere y el
joven campesino decide ir a buscar a la Muerte para que la devuelva a la vida.
La Muerte le pone una serie de pruebas para saber si es verdadero amor lo que siente
por la amada; el campesino las supera consiguiendo así que su amada vuelva a la
vida. Cuando vuelven al mundo mortal la amada le confiesa que está enamorada de
la muerte y que se va a casar con ella. Al final hay una gran boda entre la
Muerte y la amada pero termina de forma trágica al morir el perro envenado por
la amada puesto que el perro también amaba a la muerte, el campesino envenado
por el perro en venganza por haber hecho que la amada se case con la Muerte y
la amada muere al beber el veneno que había puesto el campesino en la copa de la
Muerte para matarla. La obra termina justo en el momento en que muere la amada
y con la jocosa frase de la Muerte: “Es que se mueren por mi huesos”, mientras
se levanta un poco la túnica y enseña una de sus huesudas piernas.
La gente ha reído y llorado con
la obra pero con el final se parten ce risa. De una risa profunda como si se
les fuera el alma en ella.
Hilos finos de blanco azulado,
luminosos y opacos van descendiendo
entre las sombras en busca de su marioneta. Debajo de ellos está el público que
ahora parece congelo en una profunda carcajada.
En la oscuridad de la carpa se distinguen
las máscaras de la comedia y la tragedia que imbuidas por una misteriosa luz
que las hace parecer brillar por si solas. En sus ojos se ven dos pequeñas
chispas azules cargadas de misterio. En cambio de sus bocas salen esos extraños
hilos de luz y sombras. Unos hilos que descienden con calma en busca de sus
presas; en busca de las nuevas marionetas que formarán parte de la colección.
Ahora reposan un una carcajada
inconclusa multitud de Marionetista. El marionetista las recoge y las guarda
pasando a formar de forma definitiva parte de su colección. Desmonta el
escenario y la carpa. Y en la noche sin luna ni estrellas, noche de lluvia se
monta en su carromato poniéndose de nuevo en camino.
En busca de nuevo público. En
busca de nuevas marionetas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario