En una oscura cueva vive el Olvido;
quien teniendo como guardián al Odio trata los problemas del Amor.
Todo lo que quiera ser olvidado
ha de superar la férrea vigilancia del Odio. Ya que mucho han sido los
intentaron ser olvidados y fueron consumidos por el Odio; aunque no sabían que a
alguno de ellos se les había prohibido la entrada a la cueva del Olvido. Y
había sido el Amor quien había tomado esa decisión; pues la morada el olvido
era suya en realidad.
Tal es el dolor que habían podido
causar al Amor que este los había condenado a vivir en le recuerdo con Odio; y
de esta forma ser consumidos por el Odio en una lentitud agonizante y dolorosa.
Hay que ser muy canalla para
traicionar al Amor; y mucho tiene que haber sufrido para opte por condenar al
recuerdo eterno y lleno de dolor en vez de permitir que se funda con el Olvido.
Y no os confundáis, ya que el
Olvido es también un castigo pero llevo consigo el perdón. Por eso en la puerta
del Amor hay un cartel que reza:
“Reduce al Olvido con perdón, y
encadena al recuerdo con Odio.”
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